13 de noviembre de 2009

Chubasco

Hay ojos que no encuentran lugares donde pararse a mirar, sin embargo hay otros que te quitan el vestido y se van.
Le miró y le doy mi excomunión y me abroche bien el cuerpo que se va.
El tiempo se hace corto.
Le miro y cierro los ojos para no ver que se va.
Se fue.

No queda nada, no
mi cuerpo sietemesino lo hace todo
cuando quiere está contento y
cuando no, me machaca.

Un chubasco de agua fresca fue tu boca cuando la dejé entrar en mi paladar y ahora saco de mi bolsillo algunos restos de pitillo y me pongo a fumar, me planto mi sombrero y el viento me anima el alma que se va.
No queda nada, no, ¡Qué importa que ahora entres a que salgas! Lo que importa es el instante en que tus ojos se chocaron con los míos. Ni doscientos ojos serían capaz de promover en mí tanta pasión carnal.
Luego se va.
Se fue.
No puedo nada, no paso el chubasco, tu excomunión, mi excomunión.
No puedo nada, no,
sólo mis ganas y yo.

No hay comentarios: