24 de diciembre de 2009

¡Los mejores deseos ahora y siempre para todos!

No sólo en estas fechas sino siempre os deseo las mejores sensaciones en el día a día. Cerramos el 2009 con otro objetivo cumplido: una exposición de textos del club literario. Dar las gracias a todas las personas que han pasado y contribuyen con su creatividad a dar vida a este club. Mucha energía positiva para todos, mucho amor.

3 de diciembre de 2009

Año 2029

Pasea pausadamente. Han pasado tantos años -se dice-. Su piel ha envejecido, sus ojos siguen siendo bonitos, pero ya no tienen el brillo de los años, ¡qué años! (ya no se acuerda). ¿Cuántos años tengo? ¿Tal vez sesenta y cinco? ¡Qué más da! Aún estoy viva y eso es mucho. Atrás quedaron matrimonios rotos, hijos que no nacieron. ¡Es tan agradable esta soledad! Pasear por este sitio donde fui tan feliz. Aqui en esta pared había un ser...
Aquí en este banco de esta plaza charlamos tantas veces. Eras tan vitalista, tan original. ¿Cuántos años tendrías ahora? Serías tan joven aún. Te recuerdo sacando tus tres euros e invitándome a ese Nestea que me daba tanta energía. Hablabas tanto, que a veces me perdía con lo que decías. Me enseñastes tantas cosas de aquellas que yo no quería aprender, pero allí estaba yo, cada tarde, esperando verte, me dabas tanta energía, porque tenías energía y mucha, se reflejaba en esa forma de vestir que muchos podían calificar de extravagante, pero ese calificativo no sería más que un eufemismo, querías ser tu mismo ¡y lo eras!
Durante algún tiempo te perdí de vista. Te fuistes, no sé. Me dijeron que te rebalastes, que caistes enfermo pero tú no estabas enfermo, tan sólo eras tú, este pronombre que tantas veces pronunciamos y no sabemos qué significa: una perspectiva, eso, una perspectiva, sea cual sea o fuere.
Te olvidé, sí, es la verdad, te olvidé. Tenía por aquel entonces tantas cosas por las que luchar. Mis cosas, ese trabajo que me negaba a tener, porque creía que no podía con él.
Un buen día te volví a ver y me alegré y mucho; estabas tras un mostrador, me acordé de la canción de Sabina ("y nos dieron las diez y las once, la una, las dos y las tres...") sólo que en nuestro caso fueron minutos de conversación, me hablastes de las huellas que había en tu corazón y en tu cuerpo, pero ahí estabas tú, tan vitalista, tan hablador, ... te seguía o no te seguía, sólo quería oírte, aunque no te entendiera.
Sigo caminando, esta plaza no ha cambiado nada: los árboles, los bancos, los setos y ese sol, ese sol que alumbra y te inunda. Me gusta mi buscada soledad, me gusta acordarme del pasado sin rencor. A todas las personas que pasaron por mi vida, les doy las gracias y a ti, gracias por ser tú hasta el final, gracias por estar y no estar.
Yo seguiré aquí, quiero seguir, pero en mi memoria siempre habrá un recuerdo para tus gorras, tus risas, tus palabras, hasta tu última palabra, tu palabra.

Descripcion de un ciego

Ella ya no espera mas de la vida. Ajada por los años, condenándose por ser como ella cree ser, olvidándose de lo que quiso ser y enfadándose por lo que nunca pudo tener. Ella fue siempre bella, ojos verdes , pelo castaño y una boca… más bonita que ninguna.

Cada mañana se levanta, preocupada por algo que no depende de ella.

Todas las noches se acuesta en un lado de la cama, soñando lo que la vida no le dá.

Ella frena su ignorancia a golpes de humildad, y regala consejos que no puede atesorar.

Renuncio a ser femenina, no le gusta ser una niña, no le gusta nada más, que verme sonreír.

2 de diciembre de 2009

Bienvenida Inma!

Los del club damos las bienvenida a la compi Inma!

1 de diciembre de 2009

Sólo tu rostro, sólo tú

El rostro etéreo de mis sueños que ansio y añoro lo tengo tan cerca que nada más mirar en mi corazón lo veo y lo siento como un pensamiento más del día a día.
Surge de la nada, aparece candente y lo miro como algo más que un rostro, pues no sólo es un rostro es mucho más eso es un cuerpo, un todo que fluye que brota de lo más profundo de mi alma y brilla con luz propia, inagotable.
El rostro de la mujer que me hace revivir momentos que me ayuda en el día a día que sin él nada sería posible que su belleza evoca sentimientos que no evocan otros rostros. Sólo tu rostro, sólo tú, la luz que guía mi camino, tú eres mi rosa, tu eres mi piel, tu perfume que me embriaga y que me llena. Sólo tu rostro, sólo tú.