6 de noviembre de 2009

¡ROBO EN LA SACRISTÍA!

Todo empieza una tarde de verano al norte de Cantabria, donde el tiempo se presentaba de lo más movidito fuertes vientos con acompañamiento de chubascos.


Julia una mujer de avanzada edad, se encontraba confesándose con el padre don Policarpo; cuando de repente se oye un ruido que venía de la sacristía, pero el padre no le dio demasiada importancia pues supuso que era el gato que tenía que de vez en cuando se metía a husmear dentro de la iglesia.


Cuando terminó de la confesión fue hasta la sacristía y se lo encontró todo patas arriba parecía como si hubiesen robado; en efecto la falta del cepillo de la misa de esa misma mañana y algunos objetos de valor daban su confirmación.

Rápidamente llamó a la policía y al más puro estilo CSI se presentaron en la parroquia buscando huellas y pistas que hubiera podido dejar el ladrón. Un pelo del sospechoso fue algunas de las pistas encontradas para dar con el ratero.

A la mañana siguiente la policía dio con el sospechoso, lo llamaban el sietemesinos por su aspecto raquítico y enclenque.

Fue presentado ante el padre don Policarpo y éste por el acto cometido le dio la excomunión ya que ante la iglesia era uno de los motivos graves por los que una persona era apartada de los sacramentos. El dinero del cepillo no fue recuperado pero los objetos de valor fueron requisados ese mismo día por la policía y entregados al párroco.




FIN

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bien, Sara! Ya has publicado por primera vez!!!