1 de diciembre de 2009

Sólo tu rostro, sólo tú

El rostro etéreo de mis sueños que ansio y añoro lo tengo tan cerca que nada más mirar en mi corazón lo veo y lo siento como un pensamiento más del día a día.
Surge de la nada, aparece candente y lo miro como algo más que un rostro, pues no sólo es un rostro es mucho más eso es un cuerpo, un todo que fluye que brota de lo más profundo de mi alma y brilla con luz propia, inagotable.
El rostro de la mujer que me hace revivir momentos que me ayuda en el día a día que sin él nada sería posible que su belleza evoca sentimientos que no evocan otros rostros. Sólo tu rostro, sólo tú, la luz que guía mi camino, tú eres mi rosa, tu eres mi piel, tu perfume que me embriaga y que me llena. Sólo tu rostro, sólo tú.

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