27 de marzo de 2013

Descripción 3

Cuando deja caer sus manos anchas, levemente ásperas sobre mi cuerpo me expongo a no ser yo.
Pienso que esa persona que está a mi lado es un mago, un burrito como Platero, un as en las cartas, un hada que me traerá la paz.
Su piel, hoy madura con rígidos pliegues sobre su frente, sus comisuras, es la misma piel suave que adoré hacia treinta años.
Su bondad no se paga con dinero, cuando me arropa con la manta, cunado me besa y yo caigo en ese profundo sueño plácido, pienso que he tenido mucha suerte, a pesar de ese yo , que desconozco.

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