5 de marzo de 2007

¿Por qué a mí?

Estaba esperando el metro como todos los días para ir al laboratorio. No había nadie allí más que el de la ventanilla de información situada a la izquierda de mi banco pero no parecía prestar mucha atención a lo que pasaba en la estación.
Me dí cuenta de que el metro tardaba mucho y yo esperaba que llegara ¡todavía con sol! La verdad es que me parecía que el metro eran tan lento como una tortuga.
NARRADOR: Como a las once y cuarto, nuestro amigo se cansó de esperar. Se acercó a la ventanilla de información y preguntó: "¿Por qué tarda tanto el metro?".
A lo que el señor de la ventanilla respondió sin mucho interés: "Abra usted tomado la salida equivocada".
A las once y media llegó el metro, paró y abrió las puertas, subí rápidamente y llegué a la estación en la que quería bajarme. Salí rápidamente para subir por la escalera eléctrica y salí a la superficie porque hacia una hora que debía estar en el número 8 de la calle Ávila. Toqué el timbre y cual fue mi sorpresa cuando veo a mi jefe abrir la puerta en bata blanca y me dijo que se había pasado la noche en la zona de pruebas perfeccionando un robot que el mismo inventó.
El resto es otra historia.
FIN

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